¿Pecha Kucha?
Los arquitectos Astrid Klein y Mark Dytham decidieron un día del año 2003, reinventar las presentaciones para hacerlas más dinámicas y ágiles. Lo hicieron en Japón, buscando crear una opción distinta frente a presentaciones de diseño extensas, en donde el presentador puede correr el riesgo de perder su propia narrativa. Es que presentar una idea o un grupo de ideas puede ser algo complejo, pero en los tiempos que corren, debe ser una acción eficaz.
Con el antecedente de las charlas TED (Tecnología, Entretenimiento y Diseño) cuya duración oscila los 18 minutos de duración, los arquitectos decidieron ir más allá y dieron entonces vida al formato 20X20. Esto significa que cada presentación debe contar con un máximo de 20 diapositivas, con una duración de 20 segundos cada una de exposición.
El formato tomó forma de proyecto y este a la vez creció tanto que se transformó en una serie de eventos a nivel mundial llamado “Pechakucha Nights”. En su página web, cuentan que anualmente se realizan alrededor de 1100 eventos a lo largo del planeta. Pero el formato ha trascendido y ha llegado a las empresas, pero también algunos maestros lo han hecho desembarcar en los establecimientos educativos. Contar una idea o concepto en 400 segundos (o en 6 minutos y 40 segundos) parece ser un desafío interesante, ya que impulsa al expositor a tener buen dominio de los conceptos que va a explicar, seleccionar las mejores imágenes que sirvan de apoyo a esa exposición y además incentiva la mejora de la oralidad.
Vivimos épocas en las que es posible experimentar con esta propuesta, que se ha vuelto una gran estrategia educativa para elaborar presentaciones breves, potentes, atractivas y memorables en las que, además, el tiempo alcance para todos. Para ello es necesario seguir consejos o tips como los siguientes:
- Una vez seleccionado el tema, dividir etapas de la presentación. Al contar con 20 diapositivas, es posible secuenciar las partes de la exposición en 5 partes de 4 diapositivas cada una o 4 partes de 5 diapositivas cada una.
- No limitar la exposición a las imágenes. Buscar que las imágenes fluyan a medida que la exposición se esta llevando a cabo.
- No utilizar notas durante la exposición. Esto puede producir que el foco sean las notas y no las personas a las que debe llegar dar el mensaje.
- No cargar la diapositiva con texto abundante. Utilizar frases simples o palabras poderosas, con una tipografía básica, legible, que no genere esfuerzo de lectura al público. Procurar que el tamaño de la letra sea también legible a una distancia acorde al espacio en donde la presentación se realizará.
- Tratar de explicar durante la presentación en forma pausada. Darse un respiro cuando se transita la mitad de la exposición es sumamente necesario, pero debe ser ensayado también.
- Configurar la duración temporal de cada diapositiva en 20, para no tener que dar click ni estar pendiente de ello. (Durante los ensayos este detalle marca la diferencia)
- Ensayar, ensayar y ensayar.
Una muestra de una exposición bajo este formato:
#QuedateEnCasa
#SigamosEnseñando
#SigamosAprendiendo